Cuando se hace un amarre se usan las velas para impregnar el ambiente con vibraciones positivas que ayudan a generar una energía amorosa. El hilo se usa para crear un cordón que simboliza el vínculo entre dos personas, y la mantequilla se funde sobre él para fortalecerlo. La sal se usa para purificar el espacio antes del ritual y para contener la energía mágica, natural y divina que necesita para funcionar. Las hierbas se usan para desbloquear las energías positivas, mientras que los aceites esenciales se usan para mejorar la energía y para enviar mensajes a la mente subconsciente. Los objetos relacionados con el tema del amor, como corazones, sortijas, etc., se usan normalmente para añadir la intención de amor al ritual.

Todos estos elementos, además de algunas palabras mágicas y la intención correcta, ayudan a crear el ambiente perfecto para crear un vínculo entre dos personas que desean compartir su amor. Los elementos en los amarres deben usarse con cuidado y gran respeto debido a la fuerza energética (mágica) que contienen. Si tiene alguna duda sobre esta antigua práctica mágica llamada hechizo de amarre, acuda a un experto para que le guíe por el camino del amor.